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sábado

Eclipse eterno

Siempre ansió conocer la luna, siempre pensó que estaba a su alcance. Subestimó los centímetros, los kilómetros y se rió de los años luz. Se sentía amo y señor del tiempo y del espacio. Un día decidió mandar en cohete a un galgo herbívoro. Obviamente el can murió, pues la comida para astronautas no es alimento para esa clase de animales insulsos. Otro día mandó al payaso Rikcy, pero la risa consume más oxigeno del que una nave puede llevar, el gracioso pintado murió asfixiado. Cansado de fracasar decidió mandar a su orgullo, el nunca le había fallado, si embargo el nunca despegó estaba convencido de que la luna vendría a él. Abatido por tantos esfuerzos , él que nunca se había sentido vulnerable, decidió desprenderse de lo último que tenía: la impotencia y la desesperación pero ellas consiguieron algo? Si, una respuesta, un enorme cartel que decía : la luna ya no existe, y una firma abajo "la luna". Desde ese día se prometió no alzar nunca más la mirada, él era un hombre de palabra, por la noche se arrancó los ojos.

9 comentarios:

Adriana Lara dijo...

Me encantó: con toda sinceridad. Me recordó "La historia de Cecilia", una pequeña historia recopilada por Borges en su Antología de la Literatura Fantástica.

Diego Villa dijo...

a buueeee, te comparan con Borges!! creo q eso es demasiado ya!!

Adriana Lara dijo...

no, no, Borges no, sólo la recopiló...

Laura Albertini dijo...

Muy bueno...muy bueno...
Cuantas veces habré querido alcanzar la luna....Y nada...

Miquita dijo...

Me gustó ¡Qué bueno volver a leerte!

Diego Villa dijo...

dicen q uno deja de publicar cuando se enamora...dicen...

Tzelene. dijo...

Solo compruebo que la vida es muy injusta.
Mira que hacer que tengas 23 años y que vivas taaan lejos de mi, siendo el hombre de mis sueños.
En fin me dedicare a leerte.

Adriana Lara dijo...

y por qué nunca renueva a pesar de los elogios?

Mica! dijo...

Genial, muy bueno el blog. :)